Todos los veranos, cuando viene la familia de vacaciones, acostumbramos a hacer un día de excursión por algún lugar de nuestra variada geografía euskaldun para conocer un poco más y mejor el entorno. Este año hemos visitado las Salinas de Añana en Araba, lugar que conlleva historia, tradición y nuevas perspectivas de futuro debido al plan de gestión con el que se plantea la supervivencia del lugar.
Más información detallada se puede obtener en su web, en la que además se pueden reservar visitas, e incluso hacer compras de las distintas variedades de sal que producen de manera completamente artesanal.
Es de mencionar el amable y diligente personal que acompaña y dirige las visitas, de alrededor de una hora de duración, como en la que tomamos parte.
Salinas de Añana un lugar original y totalmente recomendado para su visita.
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