23 ago 2021

BAÑOS ISLÁMICOS

Estos días, a raíz de la conquista de Afganistán por los talibanes, andan circulando por la Red multitud de fotografías sobre la repercusión que tiene dicha ocupación en el colectivo de las mujeres afganas, en especial desde el punto de vista religioso islamista.

En la foto que acompaña este post, se puede ver cómo la diferencia entre hombres y mujeres es abismal en lo referente al baño en el mar.

Yo tengo clavada en mi memoria una vívida imagen semejante en sus formas, que me afectó en primera persona. Y no, no era en Afganistán. Fue en Egipto.

Estábamos alojados en un hotel de las afueras de El Cairo y, dado que mi señora se encontraba aquejada de los típicos y frecuentes problemas intestinales que aquejan a los turistas, mientras reposaba en la cama yo me bajé a la piscina a darme un baño y refrescarme, que agosto en Egipto…, ¡Uf!

Allí nos encontramos, en una piscina enorme para nosotros sólo, tres personas únicamente, el menda y un matrimonio musulmán, de los que uno siempre ha denominado “jeque árabe” y señora. Él, el jeque, con bañador como el mío, de estilo occidental, aunque, ¡eso sí!, con el torso lleno de cadenas de oro de todos los tamaños y calibres, y ella con un “traje de baño” de cuerpo completo que sólo dejaba a la vista su cara. ¡Y tan frescos, que un baño es un baño!

De eso hace ya 15 años, pero no sé por qué me da que las cosas no han cambiado mucho en este tiempo, es más, me parece que el mundo islámico van poco a poco a peor.