28 jul 2012

E-BOOK READER

En Mayo, como premio de Kosmodisea al profesorado ganador participante del presente curso, me regalaron un e-book reader. No lo había utilizado hasta ahora aunque lo había ido cargando con descargas variadas de libros digitales.

Se trata de un SPCinternet de 5” y 2 GB de memoria, un lector de tamaño reducido (quizás el más pequeño del mercado) pero que cumple con su función: guardar en su interior una gran cantidad de libros en los distintos formatos digitales que soporta, pdf, doc, epub...

Estas vacaciones me lo he llevado a Menorca “por si acaso”, que se dice, ya que iba provisto de un verdadero libro de ésos de muchocientas páginas para que me aguantase en mis lecturas piscineras. Pero el caso es que para el tercer día ya lo había leído en su totalidad, y no era plan el ponerse a buscar librerías para comprar nuevas lecturas, sobre todo teniendo en cuenta que en el e-book tenía muchísima lectura pendiente almacenada.

Así que manos a la obra, tiré de e-book y he de reconocer que el resultado ha sido asombroso. En unos quince días, a una media de cuatro a cinco horas de lectura diaria (la sombra de la sombrillas de la piscina es un lugar excelente en vacaciones para ello), me he leído todo lo que aparece en la foto que acompaña al post, además de varios relatos sueltos.

La verdad es que para literatura sigo prefiriendo el libro en papel, pero hay que reconocer que el aparatito es muy útil en según que ocasiones (viajes en especial), si bien –al menos en mi caso- lo tengo dedicado a libros que seguramente no compraría en papel, aunque por su temática me gustaría leer para entretenerme.
Lecturas e-book

21 jul 2012

LA ISLA SIN SEMÁFOROS (O CASI)

Menorca 2012-1
Acabo de regresar de Menorca, en donde hemos estado pasando unos días de vacaciones.

Es una isla que no conocía y por lo tanto, al igual que suelo hacer con los sitios “nuevos” a los que voy, alquilé un coche para poder moverme a mi aire y visitar una serie de sitios que previamente había seleccionado bien por sus características físico-geográficas, bien por su interés turístico o cultural.

El caso es que durante dos días me pateé –en coche claro- Menorca de oeste a este, de Ciutadella a Maó, y de norte a sur, de Fornells a Son Bou, recorriendo algo más de 350 kilómetros para visitar calas, yacimientos arqueológicos de la cultura talayótica, pueblos y sitios pintorescos.
Y durante todo ese kilometraje podría decir que una cosa me llamó poderosamente la atención: la ausencia de semáforos en la isla. Durante más de los 350 kilómetros que conduje el coche alquilado solamente me encontré con uno, en el centro de Alaior, y eso a pesar de haber circulado por el centro de la capital, Maó, y de otras localidades.

La solución que han dado en la isla a los cruces ha sido la creación de innumerables rotondas y calles de sentido único con ceda el paso para regular el tráfico.
Me hubiese ido de Menorca con la idea del semáforo único en Alaior, si no hubiese sido por mi posterior visita, esta vez en autobús de línea, a Ciutadella, en donde, ahí si que topé con semáforos: tres para entrar y salir del centro de la ciudad, y que por cierto nos tocaron siempre en rojo.

Circunstancias de tráfico a parte, he de decir que Menorca es un lugar que me ha gustado mucho y que recomiendo a quien quiera pasar unos días tranquilos de relax en vacaciones.

Menorca 2012-2