26 mar 2011

COLMENILLA

Debo reconocer que hasta ahora no había tenido la oportunidad de ver realmente esta clase de seta; la conocía por imágenes y por lecturas, pero “en vivo” no la había visto nunca. Hasta anteayer. Y eso que en la escuela, los alumnos de sexto organizan todos los años, en otoño, una exposición micológica con todas las setas y hongos que recogen en su salida anual durante el período de máximo apogeo, así que suelen presentar una gran variedad de ejemplares. Pero nunca una colmenilla, quizás porque los hábitos de este hongo sean preferentemente primaverales.

Lo curioso (y llamativo) de este caso es que, no es que haya tenido que organizar una salida al campo en busca de setas, sino el que estas colmenillas me las he encontrado en pleno casco urbano de Zarautz, a 20 centímetros de la acera, a dos metros escasos de la carretera, en los jardines que hay al lado mismo de mi casa y a la vista de todo el mundo.

No he podido dejar pasar la oportunidad y he tirado de cámara fotográfica para inmortalizarlas.

Colmenillas en los jardines de Zarautz, ¡una curiosidad, y todo un lujo!

Colmenilla gris

19 mar 2011

FOTOS DE INVIERNO

Sigo sacando fotos, muchas y muy a menudo, o sea que, de vez en cuando, alguna que otra foto debe merecer la pena; puede que sea alguna de éstas.

Bostezo al sol

composición 23

Flor de ciruelo japonés

13 mar 2011

ALCACHOFA DELICATESSEN


Para disfrutar de la comida hay infinidad de maneras; algunas muy elaboradas del tipo de los grandes restauradores con muchas estrellas Michelin, y otras más sencillas a la manera de la cocina casera de nuestras madres y abuelas. El resultado que se persigue es siempre el mismo: agradar nuestro paladar.

Hoy quiero desvelar aquí lo que se podría considerar un secreto familiar de cocina. Un plato que, según mis cánones de degustación (y lo dice un vasco de buen comer), es el no va más dentro de su simplicidad y de sus resultados; una verdadera delicatessen: la alcachofa cocida.


Parece increíble que la más amarga de las verduras pueda llegar a tal grado de exquisitez culinaria pero así es. O así lo es para mí.

Hay muchas maneras de cocinar la alcachofa, pero a la que aquí me refiero en concreto es una que aprendí de mi abuela, y que desde mis tiempos de chaval, hace ya más de cuarenta años, hasta hoy en día, mantengo diariamente durante la temporada de la alcachofa.

La receta no puede ser más simple: Se cuece la alcachofa entera con un poco de sal, tal cual, entera, sin quitarle las hojas externas ni recortarlas. Se escurre, se deja enfriar, y ya está. Como condimento se aliña en una salsera aparte dos/tres cucharadas de aceite de oliva virgen extra con dos/tres gotas de vinagre (dependiendo del tamaño de la alcachofa).

Deshojar las hojas de la alcachofa una por una, untando brevemente cada una en la vinagreta hasta llegar al corazón es un proceso de degustación sublime. Un verdadero “bocato di cardinale”.

Una verdadera delicatessen al alcance de cualquiera.¡Palabra!

6 mar 2011

NIDOS VACÍOS

Kabiak

Todos esos pajarillos que alegran nuestras ciudades y pueblos guardan celosamente su intimidad. Aunque los veamos moverse con total naturalidad por nuestros parques y jardines, suele ser muy difícil ver dónde viven o anidan; sin embargo, una vez llegado el invierno, cuando la naturaleza ha despojado totalmente a los árboles de la capa de hojas que protege su intimidad, podemos ver los nidos vacíos, abandonados, a la intemperie, ya que se recortan vivamente contra el cielo.

En poco tiempo, en cuanto la primavera comience a verdear en esos árboles y nazcan las nuevas hojas protectoras, los pájaros volverán a reconstruir los nidos y anidarán dando cobijo a una nueva generación de aves que seguirá animando nuestras calles.