25 jul 2015

TAPAS




Sí, hoy va de tapas, pero no de ésas gastronómicas, pequeñas miniaturas ricas, ricas, para degustar, de ésas que aquí llamamos “pintxos”.

No, va de tapas, pero de otras, de las que yo siempre he llamado “tapas de alcantarilla”, aunque quizás debiera referirme a ellas como “tapas de registro” ya que engloban y cubren cantidad de servicios urbanos distintos.

Y esto por qué, pues porque me ha llamado la atención el que aquí, en Zarautz, tenemos una calle, la calle San Francisco, completamente tachonada por una gran cantidad  de este tipo de tapas de registro que se desparraman a lo largo del asfalto accediendo en algún caso incluso a las aceras.

Digo gran cantidad porque las he contado: 73 tapas para una calle que mide 260 metros (según las herramientas de Google Earth), lo cual me parece una barbaridad.

Tapas que cubren servicios municipales y de empresas, Euskaltel, NaturGas, Teléfonica...(ver foto inferior) pero que al parecer nunca se han puesto en común para racionalizar su ubicación; da la sensación de que cada una ha ido por su parte poniendo las tapas donde se le ha ocurrido ha medida que han ido creciendo o se han ampliado los servicios.

El caso es que en el resto de las calles no he visto semejante aglomeración de tapas.

19 jul 2015

RECUERDOS Y SOUVENIRS

A raíz del artículo que publiqué la semana pasada, mi vena friki en su versión coleccionista se ha puesto en marcha, y estos días he estado revisando las estanterías, baldas y demás sitios de la casa susceptibles de contener recuerdos y souvenirs de vacaciones, y he de reconocer que la cosecha ha sido abundante.

En primer lugar he de destacar que, por suerte, la gran mayoría son de pequeño tamaño (alrededor de los 10 cm, más o menos) y en segundo, que se engloban en dos grandes categorías: los “manufacturados” y los “naturales”.

En la primera se incluyen aquellos que han sido comprados en tiendas y/o a vendedores ambulantes, y en la segunda, la de los “naturales”, se trata de todos aquellos que he recolectado en mis viajes sin ánimo de expolio, ni de atentado ecologista; son pedazos de piedras, de rocas y restos mineralizados encontrados en alguno de los lugares que he visitado. Éstos tienen un valor mayor sentimental para mí porque los relaciono con lugares que guardo en mi memoria.



En el fotomontaje una muestra de los recuerdos y souvenirs que he ido recopilando.

12 jul 2015

GUARRO

Quien más, quien menos, cuando vamos de viaje de vacaciones a un nuevo lugar desconocido, volvemos con algún souvenir o recuerdo.

En ocasiones estos souvenirs son algo físico como figuritas, cerámicas, alimentos autóctonos (vinos, quesos, dulces…), si bien en mi caso suelen ser otras cosas bastante diferentes (ver: “Souvenirs”).

Otras veces -y es lo más normal- los recuerdos vuelven en forma de imágenes, cantidad de fotografías sacadas en todos los lugares que hemos visitado y que quedan recogidas en álbumes de fotos o en formato de vídeo.

Pero hay otro tipo de recuerdos que son inmateriales, intangibles, sin soporte físico alguno y que van asociados a nuestros sentidos.

Pueden estar relacionados con el gusto (platos típicos del lugar, frutas exóticas, dulces de elaboración artesanal…), con el oído (sonidos agradables como una canción determinada, el sonido de una cascada, las olas rompiendo contra las rocas de una cala, los insectos nocturnos…, o sonidos más desagrables (ver: “Ronquidos”), o con el olfato, y es aquí donde voy a incidir hoy en esta entrada al blog.

Ha sucedido hace unos días en nuestras vacaciones en Mallorca, concretamente en la visita a las Cuevas del Drach. Allí nos tocó soportar los apestosos olores corporales que desprendía un hediondo individuo caucásico -yo diría que de los países del este- que por desgracia, coincidió en nuestro recorrido en barca por el lago interior de las cuevas.

Hasta dónde llegaba el asqueroso hedor que emanaba de él, que en la cola de acceso, en la que todos íbamos en la típica aglomeración humana de hombro con hombro, a su alrededor se formó una zona libre de gente ya que nadie podía aguantar la peste que echaba aquel guarro.

Lo dicho, un recuerdo oloroso que va a ser imborrable. ¡ GUARRO !

4 jul 2015

YES - CHRIS SQUIRE

Desde que empecé en el mundo de la música, allá por los 60, he oído muchas clases de músicas distintas; unas me van más y otras menos, pero siempre, entre todas ellas, he defendido un estilo de lo que para mí era, y es,  “lo más de lo más”, el rock sinfónico, también llamado rock progresivo.

YES, Genesis y Pink Floyd forman para mí la trilogía perfecta (tendría que añadir King Crimson para cerrar la cuadratura del círculo).

He tenido la suerte de verlos a todos en directo, algo que a partir de ahora va a ser imposible.

Quizás el más carismático para mí sea YES; es el grupo del que tengo prácticamente toda su discografía de estudio, y por el que fui capaz de desplazarme hasta Barcelona para verles actuar en su gira “Full Circle Tour 2003”.

Decía más arriba, que ya no va a ser posible verlos en directo, puesto que uno de los fundadores de YES, Chris Squire, guitarra de bajos, compositor y segunda voz, acaba de fallecer debido a una leucemia rara, por lo que de ahora en adelante el grupo ya no va a ser lo mismo. Y eso que a lo largo de los años y de la historia del grupo ha habido grandes movimientos de personal, con cambios muy sonados.
Sin embargo, Chris Squire se ha mantenido y ha estado en todos los discos publicados (tenía el copyright del grupo a su nombre, lo que hizo que en grabaciones del resto de los componentes de YES sin su presencia, no se pudiera utilizar el nombre oficial).

Un gran músico que también hizo sus pinitos a nivel individual, pero que lo dejó enseguida para dedicarse al grupo de su vida, YES.

Se nos ha ido Chris Squire. Una verdadera pérdida para la música.
In memoriam.

... 
Un par de canciones de YES con Chris en plan "solista".