28 nov 2015

CATÁLOGOS SEXISTAS

En esta época prenavideña, para animarnos y dirigirnos en las próximas compras que todos solemos realizar, nos suelen asaltar los buzones con catálogos de todo tipo.

Uno de los que nunca faltan son los de juguetes; bueno, uno o varios, ya que la oferta de jugueterías y de grandes centros comerciales es cada vez más extensa.

Los catálogos de juguetes suelen venir perfectamente estructurados por temáticas, edades, tipos, sexos, merchandising de los temas que estén de actualidad (películas, series, héroes…), tecnologías, sociabilidad..., con páginas de colores específicos adecuadas al público al que se dirigen: colores cálidos -rosas, amarillos, naranjas,rojos- para juguetes “de niñas” y colores fríos –azules, verdes, grises, negros- para los “de niños”. Es decir, unos catálogos totalmente sexistas, empleando el término sexista en su peor acepción.

O, por lo menos, así ha sido hasta ahora, ya que en uno de los que me ha llegado a casa, he podido comprobar que las cosas parecen ir cambiando. Un catálogo de juguetes en el que (ver foto) los niños aparecen jugando a casitas o planchando y las niñas embarcadas en juguetes bélicos, cosa hasta ahora impensable en materia de juguetes: un cambio de roles total.

De todas formas, creo que este catálogo está pensado más desde un marketing que intenta quitarse de encima la lacra del concepto “sexista” desde un punto de vista de los adultos críticos que lo contemplan, que para incidir en un verdadero tratamiento igualitario de los juguetes para los niños y niñas.

Pero algo es algo, ver a niñas con juguetes tradicionalmente masculinos y a niños con juguetes femeninos supone un avance en el camino de la igualdad.

21 nov 2015

TXALAPARTA



La txalaparta es un instrumento musical autóctono de País Vasco, que aunque estuvo a punto de desaparecer (en los años 60 únicamente quedaban tres parejas de txalapartariak [tocadores de la txapalarta] en activo en los caseríos de los alrededores de Donostia-San Sebastián), afortunadamente, debido al impulso que se le dio desde la plataforma músico-cultural “Ez dok hamairu”, se recuperó y desde entonces ha ido extendiéndose y adquiriendo pujanza.
La txalaparta consiste en unos tablones de madera (entre 2 y 4 generalmente, aunque puede ser más, o solamente uno) a los que dos txalapartariak golpean con dos makilak (palos) creando distintas músicas y ritmos emparejados. En la actualidad también se pueden encontrar txalapartas de piedra y de metal.
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A mí el sonido de la txalaparta me ha gustado especialmente desde hace mucho tiempo, pero hasta ahora no me había atrevido a par el siguiente paso: iniciar su aprendizaje.
Así que me animé y me he apuntado a un cursillo, o sea que ahí me vais a tener todas las semanas  jo ta ke (“dale que te pego” –y nunca mejor dicho-)  con mis makilak aprendiendo a tocar… 
Ttakun, ttakun, tak, ttakun*

(*) Onomatopeya euskaldun para el sonido que produce la txalaparta.

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Los hermanos ARTZE impulsores de la recuperación de la txalaparta.
 Txalaparta tradicional de madera



Sergio (de verde), mi profesor en una actuación de calle en Donostia-San Sebastián

14 nov 2015

LOS LIBROS Y LA NOCHE

La idea de que, durante la noche, lejos de la visión de los humanos, los libros cobran vida en las estanterías en las que están alojados, y los protagonistas de las historias contadas en ellos salen de los libros para llevar a cabo sus propias vidas y vivencias ha sido desarrollada en múltiples ocasiones por medio de relatos y películas.

Esta fantástica actividad nocturna, cual Cenicienta al oír las campanadas de medianoche, termina con la llegada de las luces del nuevo día. Y se queda en eso, en mera fantasía aceptada por todos.

Fantasía, sí; pero y ¿si fuese algo más?

Si no que se lo pregunten a los dueños de la Librería Garoa de Zarautz. Habría que haberles visto la cara de sorpresa al abrir por la mañana y encontrarse en el suelo, en medio de la librería, un libro de pie. ¿Cómo había llegado el libro hasta allí?, ¿cómo era posible que un libro colocado perfectamente como el resto en su estantería, apareciera en el suelo, y además verticalmente?

Les debió impresionar mucho ya que le sacaron fotos que colgaron en su Twitter.

Entre las reacciones y comentarios de los twitteros que les siguen hubo de todo, desde los que se lo tomaron a cahondeo puro y duro, los que les tomaros el pelo y les “acusaron” de hacer publicidad del libro para venderlo más fácilmente, hasta quien les propuso utilizar los servicios de un exorcista para librar al establecimiento de malos farios o situarlo junto a algún otro de Iker Jiménez, especialista en fenómenos paranormales.

Y es que lo curioso del caso es que el libro “vivo” en cuestión es “Revival”, el último de Stephen King, o sea que teniendo cuenta al autor… ¡Yuyu!

7 nov 2015

LAS BATALLAS DEL ABUELO (6): LA MINIFALDA DE LA ESPE



Hoy me remonto a mis años de estudiante de Bachillerato en el Instituto Peñaflorida de San Sebastián, aquellos tiempos en los que la educación estaba separada por sexos, haciendo que chicos y chicas estuviésemos separados en edificios distintos.

En nuestro instituto había, como no, profesorado de distinto pelaje –que diríamos hoy en día-, desde lo más carca que nos daba asignaturas como “Formación del Espíritu Nacional” hasta lo que en aquellos años se tildaba ya de “progre”.
 
Una de las profesoras progres del claustro era la que nos daba Historia; no recuerdo su apellido, pero para todos nosotros, sus alumnos, era la Espe.

La Espe como profesora era de” las modernas” pedagógicamente hablando, no utilizaba libro de texto, algo inaudito para la época, sino que nos hacía coger apuntes en clase de los temas que iba explicando y nos remitía a bibibliografías para ampliar lo que trataba en clase. Aunque, eso sí, no nos libraba de los exámenes.

La Espe era “moderna” también a la hora de vestir. Era la segunda mitad de los años 60 y entre las  jóvenes se había puesto de moda la minifalda. Pues bien, la Espe era una minifaldera de pro. 
 Prácticamente a diario nos venía a clase con una minifalda de impresión, que cuando se sentaba en la silla del profesor, sobre la tarima de la clase que elevaba el punto de visión, y cruzaba las piernas, no dejaba nada a la imaginación, más bien todo lo contrario, todo bien a la vista: unas piernas largas que se extendían hasta… 

Instituto masculino, adolescencia, hormonas y la minifalda de la Espe.
¡Para qué más!