25 abr 2015

FRIKI



Uno que sé yo, ése que veo todas la mañanas en el espejo mientras me afeito,  tiene cierta fama de friki a nivel familiar.Pero vayamos por partes.

Definición: (Según la R.A.E.)
 friki.

(Del ingl. freaky).

1. adj. coloq. Extravagante, raro o excéntrico.

2. com. coloq. Persona pintoresca y extravagante.

3. com. coloq. Persona que practica desmesurada y obsesivamente una afición.

Visto así, yo no me identifico totalmente con ello.
Es cierto que en ocasiones pueda acercarme a alguna de las definiciones, pero de ahí a ser un verdadero friki, friki

He de reconocer que me gustan muchas cosas que, para mucha gente, podrían catalogarse dentro de la categoría de “friki”, como coleccionar rompecabezas, o maquetas a escala de naves espaciales de Star Wars, o pedazos de rocas encontrados en los sitios a los que voy de vacaciones, o relojes, o DVDs de conciertos en directo… 
Pero bueno, ¿quién no tiene pequeñas aficiones que, para los demás, pueden sonar raras?

Así pues, cuando mi hija se encontró con la botella de cerveza que aparece en la foto, en la que se juntan varias de las características propias de algo friki en general (rareza, extravagancia, heavy metal para un “señor mayor”) y dijo: “¡Ésta para el aita!”, ya sabía que a mi espíritu friqui le iba que ni pintado. Y así se lo agradecí: ¡Que way!

Uno no es que sea muy de cervezas -prefiero otras bebidas- pero en concreto ésta me hizo mucha ilusión ya que Iron Maiden es uno de mis grupos favoritos de Heavy Metal.

Debo reconocer que, para mí, la botela de cerveza "Trooper" es friki total.
 
Algunas de las botellas que guardo en casa, y que podrían catalogarse como parte de mis colecciones "friki".
Conmemorativa del regreso a Primera División de la Real Sociedad de Fútbol.
Conmemorativa de la Regata en solitario Le Figaro de Unai Basurko, en la que logró el tercer puesto.
Vino blanco sauvignon edición especial para Futuroscope.

19 abr 2015

KARAOKE


Va camino de convertirse en un a tradición.
Estos últimos años, en abril, sobre estas fechas, parte de la familia y amigos nos reunimos para realizar un karaoke y ayer fue el día señalado.

Se alquila en Hendaya un bungalow –ya que el lugar de residencia de los participantes está a ambos lados de la frontera- y se organiza el sarao con toda su parafernalia, desde el equipo técnico (altavoces, micrófonos, pantallas, amplificadores, portátiles, conexión wifi…),  hasta el de intendencia (comida, bebida, dulces, pintxos…) ya que se pasa todo el día allí y hay que aguantar muchas horas.

Una vez puestos, comienza hacia el mediodía el karaoke que se prolonga hasta bien entrada la noche.

En su el trascurso se puede cantar de todo, sin vergüenzas ajenas por la voz o las canciones, ya que se trata de pasárselo bien y divertirse lo más posible.

El repertorio es de lo más amplio y variado, desde la música de los 60 hasta los temas  de hoy en día, si bien hay una cierta tendencia a cantar canciones de los 70-80 (cosas de la edad, supongo).

Además somos plurilingües, ya que además de cantar en español, francés y euskera (las lenguas oficiales de donde vivimos) le damos también a otras como el inglés o el alemán (no podía dejar a mis queridos Rammstein sin incluir). Incluso este año ha habido un par de intervenciones en japonés y serbio. ¡Quién da más!

Una novedad este año ha sido la de crear premios en distintas categorías, como canción juvenil, en idioma extranjero, en coro…, que se han otorgado por votación popular.

El karaoke de Hendaya, un día de buen rollo.

Tres de mis canciones del karaoke de ayer  
 ...

11 abr 2015

LAGUNA NEGRA



Aprovechando las vacaciones de Semana Santa nos hemos dedicado unos días a viajar por Castilla. Allí me he reencontrado con uno de los lugares que guardaba marcado en mi memoria: la Laguna Negra, en Soria.

Calculo que hará 47 años (si la memoria no me falla) de mi primer y único campamento –o colonias- de verano que pasé allá, en los pinares cerca de Vinuesa (Soria) junto a mi hermano, sus compañeros de colegio y los curas que lo dirigían.

La impresión que me he llevado estos días ha sido que todo se mantenía igual; los pinares, el riachuelo con sus pedregales, el cielo azul, el aire limpio y los olores a piñas y resina.
Únicamente una gran diferencia: la nieve en multitud de espacios y, sobre todo, el encontrarnos con la Laguna Negra helada casi en su totalidad, algo impensable en nuestras colonias de verano.

Sin embargo el paso de los años se nota en pequeños/grandes detalles: las carreteras bien asfaltadas, los caminos y las sendas señalizadas, e incluso en una especie de circuito de madera que bordea la Laguna Negra, y que facilita su visita bordeándola en una pequeña parte de su extensión.
Eso sin contar de la existencia de aparcamientos específicos, a relativa escasa distancia, acondicionados para dejar el coche mientras un bus lanzadera te acerca –previo pago en días de grandes afluencias, como en verano- a los pies del último recorrido que te lleva al impresionante fenómeno natural que es la laguna.

Nosotros hicimos el último tramo del recorrido, de unos dos kilómetros, a pie, y fue como volver un poco al pasado. Sólo nos faltó continuar el camino para subir hasta el Pico de Urbión, como lo hicimos de chavales y poder observar la laguna en su totalidad desde lo alto, pero eso, a estas alturas de la vida, y andando escasos de tiempo para visitar también otros lugares, son ya palabras mayores…


4 abr 2015

FOTO POESÍA



Fotografía: Faures Foto Reflective
Texto y retoques: Jokin Izar