Quien
más, quien menos, muchos somos consumidores del llamado merchandising –que digo
yo que habrá una palabra en castellano que supla al término anglófono, pero no
me viene a la cabeza; tal vez Arturo Pérez reverte pueda ayudarme-, generalmente
relacionado con aquellas cosas que nos gustan; léase películas, cómics, libros,
música, series de televisión…
Reconozco
que yo soy usuario del merchandising. Sin ir más lejos,
hará poco más de una semana que acabo de comprarme una camiseta del Tour 2017 de Rammstein, pero es que una vez estar viendo el concierto, ¡qué
menos que llevarme un recuerdo!
Sin
embargo hay una variante del merchandising sobre todo aplicado a
los grupos musicales que me ha llamado la atención: la venta de bebidas alcohólicas utilizando el
nombre de los susodichos como gancho.
Creo
que esta venta se podría agrupar en tres niveles atendiendo al grado de alcohol
de la bebidas:
1.- Cervezas: seguramente la más extendida,
ya que los precios están más al alcance de los consumidores y están más en la
sintonía de la filosofía de los grupos.
2.- Vinos y cavas: Sube el nivel. Algunos
grupos importantes patrocinan cosechas de vinos y cavas en distintos viñedos
para que lleven su nombre. Hay algunos, como AC-DC, que tendiendo a sus raíces utilizan su nombre en vinos de la
zona (australianos y neozelandeses) y que además –según cuentan los críticos
enólogos- deben estar bastante bien. ¡A ver si algún día los podemos catar!
3.- Licores: De 40º para arriba. No es que
sean muchos, pero es que hay de todo: whiskys, bourbons, tequilas, ginebras,
vodkas… Esto ya es la “crem de la crem”.
Entre que los licores en general son caros, si además le añades el plus del
nombre del grupo y la edición, que generalmente es exclusiva, una botella de
esta clase te puede salir por un pico. A modo de ejemplo: el whisky de los Rolling Stones que se ve en una de las
imágenes cuesta 6.300 €.
Yo,
dentro de la modestia, tengo un par de estos merchandising de bebidas,
de cervezas en concreto: una botella de Trooper, de Iron Maiden,
y una lata de Moor de Berri Txarrak.
¡A ver
si puedo ampliar la colección!