Trasteando
por Internet me he sentido completamente identificado con el autor del vídeo
que acompaña este post, ya que, por un momento, me he visto transportado, a un
concierto que me hubiera gustado presenciar en directo.
Y si no fue así no es
porque no lo intentara en su momento; me explico:
Allá
por febrero-marzo me enteré que RAMMSTEIN
iba a dar un par de conciertos en Berlín en un lugar precioso, el Walbhüne, un parque en las afueras acondicionado
ex profeso para este tipo de actividades. Así que en cuanto en abril se abrió
el plazo para la compra de entradas para los conciertos vía Internet, allí que
nos pusimos desde el minuto uno mi hija por un lado desde Madrid, y yo por otro
desde distintos puntos de la geografía hispana (estaba de viaje) a intentar
conseguir las entradas, pero tras dos días
de múltiples y reiterativos intentos todo se nos quedó en agua de
borrajas sin lograr las entradas. ¡Lástima!
O sea
que cuando he visto el vídeo he pensado que yo también hubiese estado gozando
del concierto desde una perspectiva semejante (igual hubiera intentado
conseguir una ubicación un poco más cercana, pero…)
Puestos
a soñar, si hubiera conseguido las entradas, lo hubiera visto, más o menos,
así.