26 abr 2020

CUMPLEAÑOS EN CONFINAMIENTO


Este pasado viernes, 24 de abril, fue mi cumpleaños. Y coincidió estando en confinamiento debido al estado de alarma impuesto a raíz de la pandemia del coronavirus.

En casa no somos de grandes celebraciones, pero siempre hacemos alguna cosa especial dado el día, en concreto, generalmente solemos ir a Madrid para estar con mi hija y salir a comer a algún restaurante (y de paso recibir los regalitos de cumple).

Para este año también estaba todo eso planeado: reserva de hotel, restaurante e, incluso, me había autorregalado una entrada para el concierto que YES daba en el Palacio Vistalegre ya que coincidía con nuestra estancia allí.

Pero…”¡que si quieres arroz Catalina! 
Coronavirus, estado de alarma, confinamiento y…¡en casa!

Dentro de lo malo, señalar que el hotel se ha portado de forma admirable,  devolviéndome el pago de la reserva antes incluso de mi solicitud de reintegro (te seguiremos siendo fieles Ibis Madrid Las Ventas).

Con lo de la devolución de la entrada ya he empezado a pelearme con los de Ticketmaster, que me dicen que se ha aplazado el concierto hasta abril del año que viene , y que la entrada me sigue valiendo.

Y lo de los regalitos…, pues que me he hinchado a abrir paquetes de Amazon.

Lo del restaurante lo cambiamos por comida “especial”, pero en casa, ¡claro!, que para algo somos unos cocinillas y con “buen saque”.

O sea que, resumiendo: un cumple distinto, especial, y espero que irrepetible por sus circunstancias!

18 abr 2020

FOTO-POESÍA


Poesía: BERRI TXARRAK
  Canción "Zertarako amestu", de "JAIO.MUSIKA.HIL" (2005)
Fotografía y montaje: Jokin Izar

13 abr 2020

HISTORIAS DE LA P*** MILI (7) Dibujos



Si hay algo que había que matar haciendo la mili era el tiempo, no el enemigo. Porque, otra cosa no, pero tiempo perdido en balde, teníamos ¡para dar y regalar! 

O sea que había que buscar maneras de pasar ese tiempo inútil de alguna manera, y yo la encontré en el dibujo.

Entre guardias, a falta de otros medios, con un bloc y un simple bolígrafo, dibujaba (ya desde hacía tiempo tenía una vertiente “artística” y, lo que se suele decir, “buena mano para el dibujo”).

A la vista de los resultados –que todavía conservo en una carpeta-, se distinguen dos variantes: una en la que juego con la perspectiva de objetos y la combino desde distintos puntos de vista, totalmente realizada con bolígrafo azul o negro, a mano alzada, y otra que podríamos denominar puntillista, en la que utilizo bolígrafo o rotulador, con temáticas más abstractas, futuristas y/o irreales.

Cuando entré en una oficina, de furriel del comandante de la compañía, se acabó mi etapa de dibujante militar.



 Perspectivas combinadas

Puntillistas

6 abr 2020

¡JUGUEMOS!


Yo soy de los que levantaba la mano cuando alguien en el colmo de la incredulidad preguntaba eso de: “A ver, ¿quién no ha jugado nunca con el ordenador?, ¡que levante la mano”. Pues yo la levantaba.
Y es que, aunque llevo más de 30 años en contacto y trabajando con ordenadores, nunca me ha dado por ahí, por los juegos. Ya sé que es difícil de creer, sobre todo teniendo en cuenta que he sido profe de informática y que mis alumnos sí que han jugado conmigo y en mis clases, pero siempre desde una vertiente de “juegos educativos” (de lógica, matemáticos, puzzles,…).

Iconos de los juegos que tengo instalados

De lo que sí “presumo” es de no haber usado nunca una Nintendo ni la Play ni la Xbox ni similares. A lo sumo, reconozco que allá por los principios de los juegos con el PC jugué al ping-pong e incluso al Pacman (¡nivelazo el mío!), pero me quedé allí, no fui más adelante.

Más tarde, incluso he sido de los que desinstalaban los juegos del teléfono móvil por considerarlos una pérdida de tiempo y un consumo fútil de los recursos del aparato.

Sin embargo, en vísperas de iniciarse toda esta movida de la pandemia del coronavirus y del confinamiento en nuestras casas, me dio por ver qué juegos había en Internet para el móvil y la tablet, y resulta que piqué: he acabado descargándome unos pocos, sencillitos, coloridos y entretenidos, con los que casi todos los días juego alrededor de una media hora antes de cenar.

¡Ay, Señor, Señor! ¡Cómo he acabado!