CESTA DE NAVIDAD

Es algo tradicional por estas fechas.
El regalo lo más.
Lo que todo el mundo espera.
El que miramos en escaparates.
El espíritu navideño convertido en delicatessen
Pantagruélicas según tamaño.
Alucinantes por la variedad de su contenido...
¡Cestas de Navidad!

Lo cierto es que la cesta de Navidad es, digamos, un regalo consustancial al final de año y a la Navidad. Las hay de empresa para empleados, cestas de rifas participativas enfocadas a conseguir fondos para distintas actividades o iniciativas sociales, de sorteos varios, cestas enfocadas a la fidelización de clientes, de representación... Un mundo, vamos.

De algunas, como la que comento ahora, van quedando pocas y son cada vez menos frecuentes, de esas en las que no hace falta ser socio, empleado, representante, miembro, para tener opción a ellas: las de regalo total gratuíto.

En la cafetería de enfrente de casa, únicamente por ser cliente habitual, con el ticket de cada consumición (escribiendo nombre y el teléfono) y depositándolo en una gran urna preparada ad hoc para el evento, tenemos opción a que nos toque en sorteo una gran cesta de Navidad*.
Solamente por el detalle para con los clientes se merece que siga visitando el establecimiento.

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