No hay
nada como ver algún objeto colocado fuera de su entorno habitual para dar lugar
a una impresión y un choque emocional. Esto lo saben, y manejan, muy bien la
gente del cine en su ánimo de epatar y deslumbrar al espectador.
A modo
de ejemplo, no hay más que recordar el impacto que produce la visión de la
Estatua de la Libertad neoyorkina destruida en una playa en la escena final de
la película “El planeta de los simios”.
En mi
opinión, si hay un lugar en el que los artistas del cine aplican especialmente
este concepto del “fuera de lugar" para impactar en el espectador es en las películas de ciencia ficción, sobre todo en la
creación de paisajes y especialmente en
los post apocalípticos:
Restos de una flota naval y submarinos atómicos emergiendo de las arenas de un desierto, como en la película “Oblivion”, pueden inducirnos a pensar en el devenir que se ha producido en un futuro para que nuestro planeta llegue a estar en semejante situación, inimaginable desde una perspectiva racional.
Ni que
decir tiene si se trata de los restos de un portaaviones situados en el
interior de una inmensa gruta creada artificialmente en el interior de la
tierra, como en la serie “Defiance”.
Lo
cierto es que la imaginación de los creadores de este tipo de paisajes y
escenografías parece no tener límites, de lo cual me alegro especialmente,
porque … ¡me encantan!
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