Una de
las actividades con las que llenamos el tiempo libre del que disponemos,
especialmente en vacaciones, es la de la lectura.
Es por ello que en las zonas
de tumbonas alrededor de las piscinas es habitual encontrarnos con gente
leyendo libros mientras se aprovecha para tomar el sol (o la sombra de las
sombrillas, como es mi caso).
También
es frecuente encontrarse en los hoteles con bibliotecas de libre disposición
formadas por los ejemplares de libros que los clientes que han pasado por allí han ido dejando tras finalizar su lectura.
Lo curioso
es que - por lo que he podido comprobar hasta ahora en los hoteles que he
visitado- la totalidad de dichos libros
está escrita en otros idiomas distintos al nuestro; libros en inglés, francés,
alemán y otros idiomas nórdicos que no sé identificar, incluso hasta en ruso he
visto alguno, pero no he encontrado ni uno solo escrito en español.
Y no es
porque los españoles no lean, no, ya que se ven libros actuales en manos de muchos
turistas entre las tumbonas.
Puede que quizás se deba a que no se tiene
desarrollado el hábito de desprenderse de los libros y compartirlos, o a que
somos un poco ardillitas y guardamos todos los libros que leemos aunque ya no
sirvan más que para acumular polvo en las estanterías de nuestras casa, puesto
que una segunda lectura o un trueque con otros libros de amigos o familiares
resulta algo casi utópico.
Así que luego no es de extrañar que si queremos leer
algo en español en un hotel nos lo tengamos que agenciar por libre.
¡Ah!, pero
esto va a cambiar: el verano pasado yo ya dejé uno en el hotel que estuve, y
este año hemos dejado otros dos.
Poco a poco...
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Biblioteca en el lobby del Hotel Sentido White Suites en Playa Blanca, Lanzarote.
Dos vistas de la biblioteca sita en la Palapa de la piscina.
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3 ago 2015
LIBROS DE HOTEL Y TUMBONA
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