2 jun 2018

RENTERÍA, PUEBLO INDUSTRIAL

De vez en cuando viene bien echar la mirada hacia atrás para intentar comprender nuestro hoy en día.


Rentería –Errenteria en la actualidad- ha tenido desde hace mucho la categoría de ser un pueblo industrial, pero para eso son necesarias las industrias, algo que si miramos a nuestro alrededor son algo que ya no abundan.


Pero las hubo, y muchas.


Cabe decir, por ejemplo, que a los habitantes de Rentería –Errenteria- durante mucho tiempo se les conoció como “galleteros” (por la Fábrica de Galletas La Ibérica, más conocida como Olibet por la familia que la regentaba). En mi nublada memoria tengo vagas imágenes de acudir a sus instalaciones con mi amona a pedir galletas rotas, de aquellas que no se podían envasar, pero no estoy muy seguro de esos recuerdos infantiles…


En realidad los principios de la industrialización en Rentería vinieron de la mano de las empresas textiles, la muy importante Fábrica de Lino –que siempre conocí cerrada y casi en ruinas-, la Fabril Lanera, la fábrica de Mantas, la de Yute, la de Similcuero a la que nos colábamos de chavales a por pedazos y retales para fabricar nuestras chabolas …


Más tarde  llegaron las empresas, llamémoslas, técnicas que fueron las que convivieron con nosotros en nuestros años de niñez/adolescencia allá por los 50-60-70. La Papelera Española (hoy Papresa) que tanto trabajo y olores proporcionó al pueblo –y continúa en activo- , la tornillería de Pekin, que en realidad tenía un nombre larguísimo si bien fue sustituido por sus trabajadores (supongo que porque trabajaban como chinos), los Laboratorios Carasa de los que nos surtíamos de botellones de champú rosa, Luzuriaga y su metalurgia en donde hoy en día se alza el edificio de la Ertzantza en Matxain, la Esmaltería Guipuzcoana (¡la cantidad de pucheros, cacerolas y demás que había por todos los hogares del pueblo!, Niessen, y todo su aparataje eléctrico; ¿quién no tenía en casa enchufes e interruptores de su marca?...


Todo ello dio origen al fenómeno industrial que duró hasta que las industrias empezaron a desaparecer o a trasladarse del centro del pueblo a otras áreas industriales como la de Oiartzun (Niessen, Carasa..) dejando lugar para la construcción de nuevas viviendas y barriadas, que en algunos caso mantienen los nombres originales de las empresas que alli se erradicaron (Olibet, Niessen).


Rentería industrial, sí, pero antes.

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