En
estas fechas navideñas, quien más quien menos, dedicamos un tiempo a decorar
nuestras casas.
Para ello tenemos múltiples opciones. Desde las más normalitas elaboradas vía “made in Taiwan” (luces, espumillones, bolas…) hasta las más tradicionales tipo Belén con sus figuritas y demás.
Para ello tenemos múltiples opciones. Desde las más normalitas elaboradas vía “made in Taiwan” (luces, espumillones, bolas…) hasta las más tradicionales tipo Belén con sus figuritas y demás.
Otra
opción es tirar de las clásicas plantas ornamentales de temporada.
Aquí en
el País Vasco la más clásica es el acebo,
pero habida cuenta de que casi quedó esquilmada de nuestros montes, y que por
consiguiente se tuvo que prohibir su recolecta, se ha tenido que actualizar y, desde
hace varios años a esta parte, se está optando por la flor de pascua, que aunque no es nativa de la zona, aporta un toque
cálido de color para con nuestros hogares.
Hay
otra planta de temporada que, en otras latitudes cercanas a la nuestra, tiene
mucho más arraigo: el muérdago. Además
conlleva una tradición y una costumbre muy entrañable para con estas fechas:
hay que besar a toda aquella persona con la que nos encontremos bajo sus ramas.
Así
pues, un ramito de muérdago colgando
del dintel de la puerta de entrada a nuestra casa, y a dar besos a todos
nuestros familiares y amigos.
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