Para los asistentes a un concierto no hay mejor recuerdo que complete la memoria del mismo que llevarse una púa o una baqueta de los músicos que han actuado, o por lo menos es lo que a mí me gustaría.
Pero
para eso hay que estar en las primeras filas de la pista, delante del
escenario, algo que, por lo general no suele ser de mi agrado, ya que prefiero,
de ser posible, una localidad con asiento, lo cual supone estar alejado de los
músicos.
De
todas formas, en el amplio historial de conciertos a los que he asistido,
además de las propias entradas -que voy coleccionando y con las que ya he
confeccionado tres álbumes- algún que otro recuerdo especial he ido
consiguiendo:
-
Pulseras varias de acreditación y entrada.
-
Una púa en un concierto de MOGWAI en Donostia.
-
Monedas especialmente acuñadas como pago en un concierto del BBK Live,
en Bilbao.
- Tapones de silicona en un concierto de RAMMSTEIN en Nimes (Francia).
-
Un mechero para el concierto de RAMMSTEIN en Barcelona que daban para
que los asistentes lo encendieramos en un tema determinado.
Desearía
que hubiesen sido muchas más cosas ya que soy un poco fetichista en este
aspecto, pero bueno, algo es algo.
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