Antes de que alguien se ponga en plan negativo –que de todo hay en este mundo- , refunfuñando por un día más de currelo para al fin cobrar el mismo sueldo de todos los meses, os propongo un nuevo enfoque: utilizar ese día extra de febrero para realizar todas esas cosas que “por falta de tiempo” vamos relegando y posponiendo. Tenemos un día entero de más para, por ejemplo:
- Llevar a comer fuera de casa a la pareja (aunque sea de menú del día).
- Visitar a ese familiar (generalmente mayor, tios, abuelos...) al que hace tiempo que no vemos.
- Pasear, darse una vuelta tranquila por el barrio parándose a conversar con los vecinos y conocidos.
- Ir a un espectáculo en directo (cine, teatro, concierto...) dejando arrinconadas teles, vídeos, plays...
- Jugar con los niños, llevarlos a algún sitio prometido desde...¡uf!...
- Coger uno de esos libros que tenemos aparcados en la biblioteca a la espera y engancharnos con su lectura.
- Volver al pueblo de origen y asombrarnos con los cambios de los últimos ños.
- Apagar el móvil, ir a un spa, llamar a tus padres, desempolvar los vinilos de tu discoteca y escuchar antiguas canciones, engrasar las bicis del trastero e ir a dar una vuelta con ellas, cocinar esa receta que leíste en aquella revista, levantarte tarde,...
Podéis añadir lo que queráis en los puntos suspensivos, seguro que tenéis una lista larguísima de cosas pendientes. Un dia extra puede dar mucho de si sabiéndolo aprovechar. ¡No hay excusa que valga!
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