Estos días en que algún politico anda por ahí con planteamientos y propuestas peregrinas sobre la inmigración y la integración de los inmigrantes en nuestra sociedad, resulta que por otros lares, en niveles más cercanos a la población, se entiende mucho mejor eso de la interculturalidad (concepto que debe desconocer el susodicho), y no sólo a nivel teórico, sino práctico. No es cuestión de imponer sino de compartir. La foto que acompaña a este post lo demuestra.
En Azkoitia (Gipuzkoa) los baserritarras (campesinos) han tenido en cuenta el entorno social en el que se sitúa la explotacíon ganadera que refleja la foto -en el cual hay un número importante de inmigrantes magrebíes- para adecuar su aviso y hacer que el problema que tienen con sus caballos llegue a ser comprendido por todos los que se acercan hasta allí. Y qué mejor modo que la utilización de la lengua de todos incluida la de los inmigrantes.
(Por cierto, parece ser que se consiguió el objetivo y las tripas de los caballos andan mucho mejor).
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