Es curioso observar todo lo que una simple idea puede dar de sí y las implicaciones que conlleva.
Ese ha sido el caso de una simple idea que tuvimos en nuestra escuela: pintar la pared del frontón.
Nuestro frontón polideportivo cubierto tiene una complicada y larga historia que no voy a detallar aquí; únicamente voy a contar el, por ahora, último capítulo.
Hace algo más de un par de meses el Ayuntamiento nos pintó las paredes exteriores del frontón de blanco, un color muy difícil de mantener sobre todo en un lugar público y que además se brinda a la perfección a ser objeto de todo tipo de pintadas o graffitis. O sea que se nos ocurrió decorarlo con algún dibujo colorido. Y ahí empezó todo.
El proceso ha sido un vivo ejemplo de trabajo cooperativo en equipo. Todos los miembros de la comunidad educativa que componemos la escuela de OROKIETA han estado implicados, de una manera u otra, en la puesta en marcha y en la realización de este proyecto de pintura del frontón. Alumnos de todas las edades desde los más pequeños de educación infantil hasta los de 6º, profesores, equipo directivo, padres, madres, familiares, conserje, cuidadoras del comedor escolar…, todos han colaborado para conseguir que aquella simple idea de pintar el frontón se haya visto hecha realidad.
El resultado queda a la vista.
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