30 jul 2011

RONQUIDOS DE CABECERA

Hay ocasiones en las que, como se suele decir, flipo en colores. Y es que además si luego lo cuentas o no te creen o piensan que les estás tomando el pelo. Pero es pura realidad. En este caso el flipe fue así:

Hemos estado pasando unos días de vacaciones en la Costa Brava, en Blanes en concreto, y el hotel en el que nos alojamos no es de los que pueden presumir precisamente de habitaciones insonorizadas (algo, por cierto, muy habitual en la mayoría de establecimientos hosteleros). Además como nuestra habitación daba a una calle de mucho movimiento y estábamos rodeados de apartamento tomados por hordas de jóvenes extranjeros, escandalosos a todas horas y en especial por las noches de juerga que se traían, nuestras horas de sueño han sido mínimas.

Sin embargo ha sido otra cosa la que ha hecho que alucinásemos: del enchufe que estaba sobre la cabecera de la cama se oía perfectamente (yo diría que casi amplificado) lo que sucedía en la habitación de al lado, en especial los ronquidos nocturnos del turista ruso que se alojaba en ella, y que eran una pasada.

Del enchufe, sí señor, (ver foto), puede parecer increíble pero por lo visto entre que las paredes son de papel de fumar y además están agujereadas para hacer una instalación eléctrica compartida a ambos lados… el resultado es el que cuento: ronquidos de cabecera en vivo y en directo. ¡Para flipar en colores!

Intentamos solucionar el problema tapando el enchufe con cinta adhesiva y cubriéndolo con un periódico, pero lo único que conseguimos fue atenuar un poco el volumen.

La que más ha sufrido la situación ha sido mi mujer, que a los ya conocidos ronquidos del que suscribe, ha tenido que aguantar los del vecino ruso. Menos mal que se volvieron a su país y los últimos tres días cambió la situación a mejor.


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