Hacía ya bastante tiempo que me había prometido a mí mismo no leer libros que excedieran de las 360-400 páginas, y/o que formasen parte de series, ciclos, trilogías, colecciones…
Dichas lecturas me habían condicionado sobremanera, bien por el excesivo tiempo empleado en ellas haciéndome relegar otros libros, bien por la “necesidad” de continuarlas con consiguientes volúmenes y entregas reduciéndome las opciones para nuevas compras y lecturas originales.
Pero he de confesar que este año, con la llegada del verano, he roto mi promesa (aunque, ¡eso sí!, de modo estrictamente puntual) ya que dos de mis escritores favoritos, Stephen King y Haruki Murakami han publicado sendas obras incluidas en mi categoría de “excluidas”.
“La cúpula” de Stephen King, con 1.131 páginas ha sido la primera, y he de reconocer que ha valido la pena. El clásico King vuelve por sus fueros con una obra coral de muchos personajes bien definidos, una historia que engancha desde el principio con unos toques de SF, mantiene el suspense y mejora lo que últimamente había publicado. Sin desperdicio.
“1Q84” de Haruki Murakami rompe por partida doble las condiciones de mi promesa excluyente: 737 páginas de texto y ser el primer volumen de una obra doble. Pero da igual. ¡Ha sido una gozada! El estilo, los personajes e historias, el desarrollo narrativo, un cierto toque fantástico, el ritmo… de Murakami es algo que merece la pena. Ya me he enterado que próximamente, ahora en otoño, se va a publicar el segundo volumen de “1Q84”, o sea que a por él, aunque tenga que esperar para leerlo.
Y, es que esto de las vacaciones, que te permiten dedicar un par de horas diarias, o más, a la lectura es algo que no tiene precio. Lástima que las siguientes quedan allá por diciembre, en Navidades, pero bueno…, esperaremos.
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