Soy de la opinión de que siempre que salimos a la calle deberíamos llevar la cámara fotográfica encima, pero reconozco que es un incordio. En cualquier momento puede surgir una imagen que nos pueda resultar atractiva, pero el andar acarreando de aquí para allá la cámara, aunque sea un modelo pequeño que no abulte mucho (ni pensar en grandes réflex con varios objetivos) nos hace desistir de sacarla de casa.
Yo suelo salir prácticamente todos los días a caminar; a veces llevaba la cámara compacta, pero siempre, siempre llevo música. Hasta ahora se trataba de un simple reproductor de mp3, pero desde que me han regalado un mp4 con un montón de funciones, entre ellas la de cámara de fotos, se me ha solucionado el problema de los acarreos: todo en uno.
Quizás los más puristas piensen que el tamaño de la foto no sea el más adecuado, pero creo que con 2 megapíxel es suficiente para según que ocasiones, y más si no son para imprimir, sino únicamente para visualizarlas en la pantalla del ordenador.
Para muestra, el par de foto que acompaña estas líneas, sacadas en el parque de Torre Luzea, en Zarautz, en una de mis marchas diarias.
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