4 feb 2012

MÚSICA Y LITERATURA

A la hora de leer, me he encontrado con que algunos autores utilizan el recurso de la música como referente y, a veces, como parte principal del desarrollo e hilo conductor de sus relatos. Canciones muy concretas -en algunos casos-, y referencias genéricas muy especializadas en otros como fondo sonoro a la acción que se desarrolla en el libro, forman una parte muy importante de la trama de sus historias.

Hay dos autores en especial que remarcan notoriamente la utilización de canciones en su trama novelística: Stephen King y Haruki Murakami.

En el caso de Stephen King, no hay prácticamente un solo relato, de los cientos que ha escrito, en la que no aparezcan referencias a canciones, con sus títulos y cantantes, en su mayoría de corte rockero; incluso varios de ellos giran alrededor de algunas de esas canciones llegando casi, casi, a constituirse en protagonistas de dichos relatos.

El de Haruki Murakami es otro caso de referencias musicales por excelencia; no en vano el autor regentó un bar de jazz en Tokio. Incluso una de sus mas grandes novelas lleva el título de una canción de los Beatles: “Tokio Blues, Norwegian Wood”.

En su última novela, “1Q84”, un elemento muy importante de la trama es una canción, la Sinfonietta de Janácek, que reconozco no haber conocido hasta la fecha, pero que, movido por la lectura de la obra de Murakami, me ha empujado a navegar por Internet para llegar a poder oírla. No soy aficionado a la música clásica, pero he de reconocer que no está mal; se puede oír.

Dejo un vídeo de la Sinfonietta de Janácek para quien quiera comentar el tema. Quizás la música guste más o menos, pero el libro “1Q84” es altamente recomendable. ¡Palabra!


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