Que la
música es un arte y un negocio es algo que todos sabemos. También que la Navidad es una época de
regalos. Así que si juntamos ambos conceptos, ¿cuál es el resultado?: una
amplísima oferta musical en forma de CDs y DVDs editados ex profeso para la ocasión.
Ya
desde principios de noviembre, las casas discográficas y los artistas se
dedican todos los años a editar discos especiales para captar la atención de
los posibles compradores. Discos recopilatorios, de éxitos y de actuaciones en
directo aparecen cual brote de setas en otoño, de cara a la Navidad, con el
ánimo de convertirse en algo de lo más vendido del año. Generalmente estos
discos suelen llevar algún “añadido” especial, en forma de temas nuevos no
grabados anteriormente, o pluses de vídeo, para que resulten más atractivos,
pero no es estrictamente necesario.
Esta
época suele ser también una de las que los músicos más utilizan para la
presentación de sus nuevos trabajos y grabaciones.
Todo
esto hace que en vísperas de Navidad, los aficionados a la música nos
encontremos con una oferta amplísima que, por una parte nos viene muy bien,
pero por otra –tal como está la crisis-, nos deja apabullados y con las ganas.
De
todas formas, creo que el aguinaldo que se sacan las discográficas no
desmerece, ya que visto está que año tras años siguen empeñadas en lo mismo.
El aguinaldo de los Rolling Stones con Noomi Rapace
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