El amor es un tema recurrente en las canciones de todo tipo; amor platónico, amor correspondido, amor triste, amor nostálgico… Incluso el hacer el amor ha sido tratado en multitud de canciones.
Desde
los tiempos de Led Zeppelin allá por
1969 con su “Whole Lotta Love”, traducido aquí como “Muchísimo amor”, en donde con gemidos, gritos y sonidos eléctricos
intentaban simular el orgasmo (por ello la versión en 45 r.p.m. que se editó en
España está censurada y tiene recortado dicho trozo), pasando por la famosa “Je
t’aime moi non plus” de Jane Birkin
y sus gemidos, ha habido muchas maneras de cantar al amor físico.
Las letras
de las canciones tienen -¡como no!- una parte muy importante en ello. A
continuación un ejemplo muy original del grupo heavy Lujuria que en su disco "Sexurrección" en la canción "Destino noche salvaje" lo plantean desde un punto de vista ferroviario.
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DESTINO NOCHE SALVAJE
Dentro del paraíso empieza el viaje al reino
del placer
Con todos los permisos la máquina caliente ya
tira del tren
Avanza disfrutando de estar viajando, saborea
la miel
Busca el cielo prohibido, tienes el mapa
tatuado en su piel.
El viaje es placentero el enemigo es la
velocidad
Ya llegará el momento para que el viaje sea a
todo gas
Avanza disfrutando de estar viajando, saborea
la miel
Busca el cielo prohibido, tienes el mapa
tatuado en su piel.
Sin billete ni equipaje,
destino noche salvaje.
Sin prejuicios que te aten,
destino noche salvaje
(bis)
¡Hasta el fin!
No seas indeciso que todo aquí se puede
realizar
Puedes ser maquinista o estar montado y
dejarte llevar
Ahora es el momento, entren está en su recta
final
Sube la última cuesta, suelta los frenos,
déjate llevar
Señores pasajeros con todo a punto vamos a
llegar
Es final de trayecto y a ti nadie te podrá
parar
Ahora es el momento el tren está en su recta
final
Sube la última cuesta, suelta los frenos,
déjate llevar
Sin billete ni equipaje,
destino noche salvaje.
Sin prejuicios que te aten,
destino noche salvaje
(bis)
¡Hasta el fin!
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