He de
reconocer que cada vez veo menos la tele. Uno de los factores que más me impulsan a ello es el del aumento de la
publicidad con la que cortan todo tipo de programas, películas… de manera
inmisericorde haciendo que su minutaje se eleve a cotas inaguantables para mí.
Si a
esto le unimos el aumento de programas basura-tertuliana, realitys de vergüenza ajena, gran-hermanos y similares que componen
la cartelera de prácticamente todos los canales, el resultado es que me haya
ido refugiando en un espacio muy concreto de visión televisiva: las teleseries. Pero incluso a éstas
también les ha llegado la orda invasora de los anuncios por lo que me he tenido
“que buscar la vida” y el camino para ello ha sido Internet.
En la
actualidad todas las teleseries que
se emiten en los canales de todo el mundo están a disposición de quien tenga
conexión a la red prácticamente de manera sincrónica a su emisión en directo.
¡Y sin cortes publicitarios!
Esto
facilita sobremanera la posibilidad de ver las
teleseries que le gustan a uno, cuando, donde y a la hora que quiera. Sin
embargo, en este tema de elección del momento de visión en el seguimiento de las teleseries, he observado que hay
dos tipos de personas: a) los halcones
y b) las hormigas.
a) Los halcones son aquellos que controlan hasta el mínimo detalle de días y horas de
emisión para estar a la última y ser los primeros en ver el último capitulo
emitido de la serie que están siguiendo, aunque se trate de versiones
originales en otros idiomas o en VOSE.
b) Las hormigas prefieren esperar hasta que se emitan en canales del propio idioma
para ver las series, e incluso algunas –ahí entraría yo- son capaces de esperar
a tener toda la temporada de una serie para, en un par de sentadas o tres,
verla de un tirón con las mínimas interrupciones.
Las teleseries, lo mejor de la tele y a la carta. El
refugio para los que nos gustan las historias con un toque sobrenatural, de
fantasía y de ficción.
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