
El
concierto contaba con unos teloneros, Voodoo
Six, pero pasaron sin pena ni gloria, como un mero relleno antes de
afrontar el verdadero quid de la noche: Iron Maiden en directo.
Ante un
público entregado que coreaba todas sus canciones, Iron Maiden se dedicó en
su inicio a dar cuenta de varias de las canciones de la obra que se remonta a
1988 y da nombre al Tour, para continuar calentando motores con un repaso a sus
canciones más emblemáticas, como “The
troper”, “666, The number of the
beast” o “Seventh son of a seventh
son”, para rematar la primera parte del concierto con “Fear at the dark” y "Iron
Maiden”.
Una
pequeña pausa y los bises, rematados con “Running
Free” que pusieron al personal a tope y con ganas de continuar gozando de Iron
Maiden, pero ahí terminó todo tras hora y cuarenta minutos de marcha
metalera.
Hay que
destacar que en este concierto los Maiden volvieron a su escenografía de
escenario de dos alturas, con telones de fondo referentes a los álbumes
pertenecientes a las canciones interpretadas, y que destacó especialmente el fantástico
juego de luces flotante junto a un gran y abundante uso de pirotecnia y fuego
para remarcar la potencia de las canciones.
¡Ah! Y no faltó la presencia de
“Eddie”, su mascota, por el escenario. En resumen, un gran concierto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario