Desde
que allá por mi infancia comencé a montarme en la entonces llamada “Montaña Suiza” del parque de atracciones del monte Igeldo
donostiarra (cosas de la dictadura que sufríamos y que rechazaba todo lo que
sonase a comunismo o a ruso), siempre me han gustado las montañas rusas.
En más
de una ocasión he aprovechado mis visitas a distintos lugares para montar en
las montañas rusas de dichas localidades, con especial mención al “Dragón Khan” de Port Aventura en
Salou, de donde podría contar alguna anécdota curiosa; aunque más bien lo dejo
para otra oportunidad.
El montar y descender por una montaña rusa es de una emoción a la que sobreviene una descarga de adrenalina algo difícil de explicar, pero que en mi caso por lo menos, resulta euforizante.
Lo malo de estas atracciones es que, en general, conllevan unas largas esperas en la cola de acceso, pero qué se le va a hacer.
Es por
eso que cuando el otro día me encontré en la Red con el vídeo del proyecto
de la próxima montaña rusa que van a instalar
en Orlando, USA, la Meca de los parques de atracciones, se me pusieron largos
los dientes y pensé: “¡Que diseño más
guay!, ¡eso sí que es aprovechar el espacio! ¡Lástima, no poder ir allí a
montarme un par de vueltas!”
O sea
que me tendré que conformar con mirar el vídeo de vez en cuando y aprovechar
las oportunidades que se me den para seguir montando en las montañas rusas más
cercanas.
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