Todos
los que nos hemos bañado en el mar sabemos que la salinidad no es la misma en todos los lugares y que, si te bañas en
el Mediterráneo, el agua es mucho mas salada, que aquí en el Cantábrico.
Depende de la cantidad de sales, principalmente cloruro sódico, disueltas en el
agua.
Unido
al concepto de salinidad va el de flotabilidad,
ya que a mayor proporción de la primera en el agua es más fácil flotar en la
misma: el ejemplo más notorio es el de las aguas del Mar Muerto, famosas por su
extremo grado de flotabilidad (salinidad 330 gr./l).
Y a qué
viene todo esto se puede preguntar alguien; pues esto viene a que el pasado fin
de semana estuve en el Balneario de Elgorriaga (Navarra) que tiene el manantial
de mayor mineralización del mundo en sus aguas (312 gr. por litro), y en cuyas
instalaciones de piscinas y spa se encuentran las aguas termales más saladas de
Europa y del planeta.
He de
reconocer que, sin haber podido bañarme en las aguas del Mar Muerto para poder
comparar, la experiencia de flotación en las piscinas del Balneario de
Elgorriaga es algo especial, sobre todo en las aguas de la piscina denominada
“Flotarium”, en donde se alcanzan niveles de flotabilidad semejantes a los ya
citados del Mar Muerto.
Un
lugar con encanto para relajarse en el que se pueden realizar distintas
actividades con recorridos termales, masajes, tratamientos de hidroterapia…,
además cuenta con un hotel moderno y un personal muy atento y agradable.
Más
información en su página web.
NOTA: Por
cierto, el Diccionario de la R.A.E. define el término salinidad como:
“1. f. Cualidad de salino.”
“2. f. En oceanografía,
cantidad proporcional de sales que contiene el agua de mar.”
lo cual, en mi opinión, no
lo deja en muy buen lugar ya que no contempla la aplicación del término a otras
aguas que no sean marítimas, como en el caso que he comentado de las aguas
termales del balneario de Elgorriaga.
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