18 feb 2017

INSTANTÁNEAS: El momento oportuno



Prácticamente todos los días que salgo a caminar me llevo la cámara fotográfica. Me gusta hacer fotos, y he comprobado que en muchas ocasiones que no llevaba la cámara  encima me he quedado con las ganas de haber sacado alguna foto que se me “cruzó” en determinados momentos, y que perdí precisamente por no haberla cogido.

Partiendo de la base de que cada foto es única, que captura un momento irrepetible y muy concreto de la realidad que nos rodea, es cierto que muchas fotos se pueden “planificar”, sobre todo aquellas que tienen un motivo, digamos, fijo (léase un monumento, una escultura, un paisaje determinado…) ya que podemos tener en cuenta una serie de parámetros (luz, hora del día, posición del sol, perspectiva…) antes de darle al disparador en función de la fotografía que tenemos en mente, ya que muchas fotos las sacamos primeramente en la cabeza antes de capturarlas con la cámara fotográfica.

Pero en otras muchas ocasiones todos esos parámetros, más o menos previsibles, saltan en pedazos y no son aplicables porque se nos presenta la oportunidad de sacar una fotografía en escasos segundos, pasados los cuales, esa imagen que nuestra mente y nuestro ojo habían captado se ha esfumado en un instante. Es sacar la cámara y disparar sin casi tiempo para encuadres, zooms y demás gaitas: 
Se trata de capturar la instantánea.

Gracias a la fotografía digital, más adelante vendrán, si la foto ha salido “decente”, los posibles retoques que por medios técnicos y programas de tratamiento de imagen en el ordenador, nos permitirán “pulir” la foto.

Las fotos que acompañan este post son tres instantáneas de esas que he citado; en la de las nubes el efecto de color duraría dos minutos a lo sumo, mi primera intención tras sacar un par de fotos del efecto fue llegarme hasta la escultura “La Dama”, a escasos 200 m, para fotografiarla en primer plano con las nubes de fondo, pero ya no medió tiempo, el efecto se esfumó dejando unas nubes grises de lo más normales. En la foto del arco iris sucedió algo semejante, me pilló el chaparrón tormentoso, y cuando pude refugiarme en los soportales del Malecón, apareció el arco iris otro par de minutos. En la foto de la mariposa seguro que batí el record ya que únicamente tuve unos 20 segundos para sacar la cámara del bolsillo, encenderla, acercarme un poco y disparar. Luego salió volando y aunque la estuve siguiendo durante un rato ya no tuve otra oportunidad de fotografiarla.

Así que seguiré saliendo con la cámara en el bolsillo, que aunque no sea gran cosa -es una Sony automática- me permite tomar instantáneas.
Cielo rojo al anochecer en Zarautz


  Arco iris en el Malecón

 
Mariposa pavo real en el Biotopo de Iñuriitza




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