Hace
unos días me vi ante uno de los retos que, cada vez más frecuentemente, nos
vemos avocados a superar: la compra anticipada de entradas por Internet.
Se ha
convertido en algo ya habitual, pero, según el evento de que se trate, los obstáculos
con los que un usuario de este servicio se puede encontrar pueden llegar a ser
desasosegantes.
Para
algunos espectáculos, como los conciertos en directo de los grandes grupos
musicales en sus giras mundiales, el conseguir una entrada puede convertirse en
un sufrimiento.
Al ser algo prácticamente exclusivo, las ventas de entradas se realizan por medios también exclusivos o muy limitados y centralizados. A esto hay que añadir que el período de antelación con el que se inician las ventas suele ser muy largo con respecto a la fecha del concierto, y además fijándose una fecha y hora concreta para “abrir las taquillas” on line por lo que hay que estar muy al loro.
Al ser algo prácticamente exclusivo, las ventas de entradas se realizan por medios también exclusivos o muy limitados y centralizados. A esto hay que añadir que el período de antelación con el que se inician las ventas suele ser muy largo con respecto a la fecha del concierto, y además fijándose una fecha y hora concreta para “abrir las taquillas” on line por lo que hay que estar muy al loro.
Esto
hace que, en ocasiones y con determinados grupos o cantantes, el conseguir
acceder a la Red y a los servidores de la venta de entradas sea cuestión de
insistencia y paciencia, y un modo de conocer las “colas virtuales” para
obtener un turno que te dé acceso a la ansiada compra. De todas formas y por
desgracia es bastante habitual el quedarse a las puertas y no obtener entrada
(y sin embargo, me alucina y enoja el que en días anteriores al inicio de la
venta oficial se puedan encontrar en distintas páginas web entradas a disposición
de quien se anime a comprarlas, eso sí, a unos precios exageradamente más caros
que el precio de coste, ¿cómo lo harán?).
A la
hora de la compra hay otra cosa que no me agrada y es que en muchas ocasiones
no se puede elegir la localización de los asientos, únicamente el precio, teniendo
que conformarte con los que automáticamente la máquina te adjudica.¡Y no digas
que no!, que puedes perder la opción, el turno en la cola e incluso el acceso
al servidor, o sea que… a lo que te den.
Volviendo
al principio y resumiendo: en mi caso esta vez he podido superar el reto y
conseguir entradas para el concierto de RAMMSTEIN en Barcelona el 1 de junio de
2019.
Y es
que esa es otra, con semejante antelación vete a saber que es lo que puede
pasar entretanto.
En fin, ¡es lo que hay!
En fin, ¡es lo que hay!
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