¡No
saben la suerte que tienen los aficionados al rock y metal de Madrid!
La
cantidad de conciertos que se dan en esta localidad a lo largo del año, hacen
que se nos pongan los dientes largos a los aficionados “de provincias”. Y es que
la gran variedad de locales, salas y recintos para dar conciertos facilitan en
gran manera que las bandas y grupos extranjeros se acerquen a nuestros lares
para demostrar lo que están haciendo en plan musical.
Desde
pequeñas salas hasta locales de gran aforo, incluidos recintos deportivos,
estadios de fútbol y plazas de toros, amén de grandes espacios abiertos para
macrofestivales, las posibilidades para poder asistir a conciertos es muy
amplia y contínua.
¡Y que
envidia nos dan!
Hay que
reconocer que esta gran variedad de espacios no es el único factor a la hora de
la contratación para los grupos y bandas, es muy importante también el gran
número del posible público asistente, que en localidades de varios millones de
personas como esta, hace que la asistencia sea mayor y el factor económico
prime.
Desde
la lejanía, aquí en Gipuzkoa, el caso es que en estos últimos años lo llevamos
fatal. Y eso que tenemos un par de recintos en Donostia-San Sebastián de
grandes dimensiones, el Velódromo y la plaza de toros de Ilumbe, que podrían
albergar conciertos, pero nada, excepto para un par de cosas de pop y similares
no se han utilizado.
Algo
más cercano, aunque no tanto, lo tenemos en Bizkaia, el BEC de Barakaldo y
alguna que otra sala de Bilbao que si que ofertan de vez en cuando conciertos
rockeros/metaleros, pero tampoco es para tanto, y también hay una hora larga de
coche para poder asistir.
O sea
que mientras se pueda, haciendo esfuerzos para sobrellevar los gastos de
entradas, viajes, alojamiento y demás, seguiremos yendo a disfrutar de los
grupos y bandas que nos gustan a Madrid.
(*) En las imágenes resúmenes fotográficos del último concierto al que he asistido en Madrid: Alter Bridge, Shinedown y The Raven Age.
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