Este
pasado viernes, 24 de abril, fue mi cumpleaños. Y coincidió estando en
confinamiento debido al estado de alarma impuesto a raíz de la pandemia del
coronavirus.
En casa
no somos de grandes celebraciones, pero siempre hacemos alguna cosa especial
dado el día, en concreto, generalmente solemos ir a Madrid para estar con mi hija y salir a
comer a algún restaurante (y de paso recibir los regalitos de cumple).
Para
este año también estaba todo eso planeado: reserva de hotel, restaurante e,
incluso, me había autorregalado una entrada para el concierto que YES daba en
el Palacio Vistalegre ya que coincidía con nuestra estancia allí.
Pero…”¡que
si quieres arroz Catalina!
Coronavirus,
estado de alarma, confinamiento y…¡en casa!
Dentro
de lo malo, señalar que el hotel se ha portado de forma admirable, devolviéndome el pago de la reserva antes
incluso de mi solicitud de reintegro (te seguiremos siendo fieles Ibis Madrid Las Ventas).
Con lo
de la devolución de la entrada ya he empezado a pelearme con los de Ticketmaster, que me dicen que se ha
aplazado el concierto hasta abril del año que viene , y que la entrada me sigue valiendo.
Y lo de
los regalitos…, pues que me he hinchado a abrir paquetes de Amazon.
Lo del
restaurante lo cambiamos por comida “especial”, pero en casa, ¡claro!, que para
algo somos unos cocinillas y con “buen saque”.
O sea que,
resumiendo: un cumple distinto, especial, y espero que irrepetible por sus
circunstancias!
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