15 nov 2020

VISITAS NOCTURNAS

Que la luz atrae a los insectos es algo conocido por todos.

Conocido, sin embargo no quiere decir vivido, y es que la teoría es ampliamente conocida, pero la práctica no tanto. Con ello quiero decir que no todo el mundo es capaz de hacer frente a la invasión de nuestras viviendas por los insectos atraídos por nuestra iluminación artificial.

Eso mismo nos pasó anoche en casa. Teníamos la ventana del balcón de la cocina abierta cuando entró como un vendaval una pequeña mariposa nocturna y allí que se puso a revolotear desquiciada por todos los lados. Como no somos de los de acabar con todo tipo de bichos que entren en casa (a excepción de moscas y mosquitos), ahí que me puse a desarrollar todas mis técnicas de desalojo no mortal.

Ya que fue la luz de las fluorescentes la que la atrajo hacia el interior, tenía que ser otra luz la que se la llevase al exterior. O sea que, encender la luz del balcón, apagar la de la cocina, y animar al movimiento de la mariposilla con unos movimientos del trapo de cocina, y ...¡tachán!, una de huída hacia la luz exterior, dejándonos tranquilos a nosotros, y quedándose ella vivita y coleando.

¡Ay, lo que hay que hacer para que la vida siga su curso!

 


               La protagonista del post 

 

 

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