He de
reconocer que piso muy poco las salas de los cines; voy ocasionalmente y casi
exclusivamente para ver superproducciones extranjeras en formato 3D. Esto no
quiere decir que no vea películas, sino que utilizo otros medios para verlas
como es la Red de Internet.
Haciendo
un repaso rápido a lo que he ido viendo últimamente, he constatado que el cine
español ha ocupado un lugar muy importante entre todo lo que he visionado. Desde
mi perspectiva, veo que afortunadamente el cine español se ha alejado de
aquello que llamábamos “españoladas”
y ha tomado nuevos rumbos más acordes con el espectáculo audiovisual actual que
se estila a nivel mundial.
En mi
modesta opinión, no es que esté todavía como “para echar cohetes”, pero en
líneas generales creo que tiene un nivel de calidad más que aceptable –aunque
de todo hay en la viña del Señor-, y está produciendo películas que se dejan
ver, entretienen y captan el interés de los espectadores, si bien no los atraen
aún a llenar las salas comerciales.
Otro dato
en el que he reparado es que casi la totalidad de las películas que me he
animado a ver, exceptuando un par de comedias de grandes directores, tienen una
temática en la que el thriller, el suspense y un toque de fantasía van unidos,
lo cual me indica que, al parecer, los cineastas españoles se han inclinado
últimamente por esta opción a la hora de realizar las películas.
En el
fotomontaje se encuentran los carteles de las últimas películas vistas.
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