Nos
machacan con el tema del reciclaje. Hay que separar los restos que originamos
en nuestras casas para, una vez clasificados, bajarlos a reciclar a los
contenedores apropiados, cada uno de su color.
No voy
a protestar. Es más, soy de los que abogan por el reciclaje selectivo y además soy
un activo de ello.
Y es
que además el resultado puede tener connotaciones decorativas.
Lo que
vengo a comentar hoy es que cada vez es más frecuente encontrarse en nuestro
alrededor con materiales reciclados con un toque, llamémoslo, decorativo.
Un par
de ejemplos:
1.- Durante
una estancia en diciembre, en Málaga,
me encontré con que en el pueblo de Mijas
todos los adornos navideños de plazas, jardines, avenidas… , especialmente los
árboles de Navidad, estaban realizados con materiales reciclados (botellas de
plástico de agua, tapas de latas, chapas, incluso telas y recortes).
2.-
Hace un par de semanas que volví de Ibiza
y allí en San Antoni, donde me
alojaba, en su paseo marítimo se halla un parque-jardín en el que se encuentran
varias esculturas realizadas con materiales reciclados.
Quizás
este tipo de realizaciones tengan un componente “artístico”, pero no voy a ir
por ahí ya que algún familiar experto en el tema podría montarme un “auto de
fe” para llevarme a la hoguera por mis declaraciones.
O sea
que, a reciclar, y en la medida de lo posible, a hacer con los materiales
reciclados obras agradables para su visión.
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