28 abr 2019

DE TEBEOS Y CÓMICS

Desde niño he sido lector, y sigo.
En un principio, quizás por la mayor facilidad de comprensión y acercamiento que dan los dibujos para entender las historias que se nos quieren contar, y por diversión –que todo hay que decirlo- empecé con los tebeos. Y digo tebeos porque puedo presumir de haber sido lector en mi infancia del mítico TBO, revista gráfica que daría lugar al nombre genérico de “tebeos” para todo este tipo de publicaciones.

Mis primeros tebeos fueron, como no, los de las historietas de dibujos infantiles y humor tipo “Pulgarcito”, “DDT”, “Mortadelo y Filemón”,… 

Les siguieron -sin abandonar del todo estas primeras historietas humorísticas- publicaciones más “serias” de aventuras, de tipo juvenil, como “El Capitán Trueno” o “El Jabato” que tenían además un cierto toque de la historia de España, por la ambientación y los personajes.

También seguí durante cierto tiempo otros tebeos ligados a la segunda guerra mundial, “Hazañas Bélicas”, o al de vaqueros americano, “Hazañas del Oeste”. Es de señalar que el formato de estos últimos era apaisado, lo que en aquel momento no era de mi excesivo agrado.

Pero llegó la revolución de los tebeos con todos los que Marvel comenzó a publicar de sus superhéroes: Los cuatro fantásticos”, “La patrulla X”, “Spiderman”, “Los Vengadores”, “El Capitán América”, “El hombre de hierro, … vamos, todos esos que tan de moda están por las películas y el cine, y que comenzaron como dibujos en cómics, porque fue a partir de entonces cuando empezamos a usar el anglicismo para designar a nuestros tebeos, y ya por extensión a todas las historietas gráficas.
Fue una época de furor entre la chavalería; íbamos de casa en casa de amigos o compañeros de clase para intercambiarnos los ejemplares que ya teníamos leídos por otros nuevos a fin de ampliar nuestras lecturas.

Estos cómics fueron quedando relegados cuando nos introducimos en lo que en principio eran cómics para adultos, pero que estaban a nuestro alcance sin problemas en cualquier kiosko. Cómics de ciencia ficción, SF, o terror como 1984”, “Totem”, "Creepy… en los que destacaron grandes dibujantes e ilustradores.

Y ahí me quedé en este campo. Dejé de compaginar la lectura de cómics y libros y me quedé con estos últimos, a los que sigo dando duro en la actualidad.

¡Ah! ¿Pero a santo de qué venía esto de los tebeos y los cómics? Pues a que después de casi cuarenta años he vuelto a leer comics, una compilación encuadernada que me ha traído mi sobrino de “Sandman”, un clásico, de culto entre los aficionados como él.
Lo cierto es que me ha gustado, pero se me ha hecho rara su lectura, porque esa también, la lectura de cómics, tiene su técnica propia. Pero de eso ya hablaremos en otra ocasión.

1 comentario:

iizar dijo...

Recuerdo que compré poco a poco la colección íntegra de "Tótem" y muchos números de "1984" (o al revés, que la memoria me traiciona a veces); algunos de "Creepy" y "Tmeo, "Spirou"y otros sueltos de diversas colecciones. Me encantaban los dibujantes francófonos y algunos grandes españoles, norteamericanos e italianos El caso es que los metí en cajas de cartón; empaquetados con mimo y los subí (joder como pesaban!) a la gambara dónde los deposité con esmero y cariño por qué no me los podía llevar, por falta de espacio, a mi nuevo piso de alquiler en otro barrio del pueblo.

Hace poco pasé por el portal número 15 y llamé a la puerta dónde viví unos cuantos años para ver si los podía recuperar, pero no había nadie. Estoy casi convencido de que ya no están en el desván; pero por si acaso volveré a intentarlo. Tienen un enorme valor sentimental para mi.

Sigo leyendo "comics" desde entonces y le inculqué a mi hijo la afición regalándole novelas gráficas de Enki Bilal y Jodorowski, Frank Miller, Hugo Pratt, Manara y otros. El a su vez se ha ido comprando cómics por su cuenta y cuando vamos a Barcelona juntos la visita a Norma editorial es ineludible. Nos gustan los cómics.

Y sigo leyendo cómics hoy en día, de vez en cuando, todo hay que decirlo. He ido recopilando en formato electrónico miles y miles de cómics de todo tipo, pero la vida no me da para todo. Cuando me jubile, a lo mejor.