Alguna
vez en este mismo blog he comentado sobre mis “incursiones vikingas”,
ésas en las que me desplazo a ciudades alejadas de mi localidad para ver en directo conciertos de grupos que
me gustan.
En esta
ocasión, más que una incursión vikinga, de lo que se ha
tratado ha sido más bien una campaña de legiones romanas, ya que
esta escapada se ha prolongado durante varios días, y ha servido -haciendo
honor a su nombre- para visitar asimismo restos arqueológicos romanos en la
costa francesa (que a uno, además de la música, le gustan también las piedras antiguas y los restos
culturales).
El
concierto motivo de dicha campaña ha sido el que RAMMSTEIN daba durante tres días consecutivos en las Arènes de Nîmes, en Francia.
El que
yo he visto ha sido en concreto el que dieron el día 12 de julio, del cual no tengo más que parabienes que contar: buena
organización, un lugar especial y muy curioso (se trata de un anfiteatro
romano), sonido limpio y de nivel, ambiente inmejorable, personal totalmente
entregado… vamos, que ¡una gozada!
Ha sido
costoso y bastante pesado sobre todo en lo relativo a desplazamientos, coche,
comidas, alojamiento, meteorología (nos ha tocado un sol y calor inclementes), pero, de verdad,
¡ha merecido la pena!
Quizás
habrá quien piense que más que vikingo
o romano lo que he hecho ha sido el indio con semejante movida, pero… ¡Lo
que he disfrutado…!
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